El 03 de mayo se celebra a la Cruz en diferentes lugares, lo que incluye a los países de Latinoamérica. Mayoritariamente, las autoridades, organizaciones y las publicaciones, asocian esta conmemoración a su significación cristiana, sin embargo también existen versiones -menos difundidas- que vinculan esta celebración de la cruz a un origen pagano, indígena. A partir de ello, a continuación veremos como la cruz, se convierte en un ícono que alberga diferentes semánticas, provenientes de diferentes sentidos del mundo y de la ética, convirtiéndose así en un símbolo en disputa.
La espiritualidad
y la religión, también están organizadas como el capital, donde existen centros y
periferias (Foucault). Hay espiritualidades más prestigiosas que otras. En Latinoamérica,
el cristianismo y la fe católica es más prestigiosa que otros saberes. Por oposición,
la espiritualidad indígena, la religiosidad andina y amazónica prehispánica así como las creencias africanas quedaron totalmente relegadas, desprestigiadas e invisibilizadas mediante diferentes aparatos de poder. El más efectivo
fue la política de extirpación de idolatrías, aprobado en el Concilio de Lima
en 1,551. Desde allí, nuestra sociedad peruana y las diferentes instituciones
del estado discriminan a cualquiera de estas formas de espiritualidad,
negándoles espacios a la iconografía y narrativas religiosas andinas y
amazónicas no católicas, negándoles de esta forma sus propias creencias. El
sacerdote europeo letrado se impuso al sacerdote indígena oral, desde la
colonización. No le reconoció su verdad.
Aníbal Quijano,
desde la teoría critico contemporánea, ha propuesto las instituciones como uno
de los cinco principales dispositivos desde donde se ejerce el poder. Uno de
ellos es la iglesia, que ha sido la principal institución que sirvió para el
proceso colonizador.
De esta forma,
por un lado tenemos dos versiones en tensión y oposición acerca del 03 de mayo:
Versión católica
Según esta
tradición, las primeras cruces se levantaron en Perú con la llegada de los españoles, quienes además del aparato bélico estuvieron acompañados por clérigos católicos europeos,
quienes trajeron también esta celebración originada en Jerusalén (326 d.C)
cuando la madre de Constantino -la emperatriz Elena-viajó en busca de la cruz
en la que murió Cristo y tras excavar en el Monte del Gólgota encontró tres
cruces, asumiendo desde entonces que dos de ellas eran de los ladrones y la
tercera de Cristo.
Desde entonces el
3 de mayo se festeja el aniversario del descubrimiento de la Santa Cruz, en la
que los festejos consisten en la representación del descubrimiento de la Cruz,
celebrar una misa, adornar la Cruz y organizar bailes enfrente de ella.
Versión indígena
Chakana es el vocablo quechua, mediante el cual se representa a la Cruz del Sur, ícono central en la Cosmovisión Andina. La Chakana o Cruz del Sur, la gran constelación del hemisferio sur, ha sido interpretado como un complejo signo matemático, y se dibuja mediante 4 estrellas que el día 3 de mayo adquieren la forma geométrica de una cruz perfecta en posición vertical respecto al Polo Sur, quedando sus estrellas orientadas hacia los cuatro puntos cardinales.
Por ello, los
pueblos andinos celebran a la Chakana la cual, debido a la fuerte represión de la Santa Inquisición y del sistema colonial, vuelve a tomar la forma de cruz similar a la dibujada en el firmamento. Así, se realizan rituales envueltos en piel católica y ceremonias que dan señal al tiempo
de cosecha.
La palabra
quechua chakana, que describe a la Cruz del Sur, significa “chaca” como puente o unión. El símbolo es un ícono escalonado de cuatro lados que representa un medio de enlace o unión entre dos elementos complementarios:
hombre y mujer, el sol y la luna, derecha e izquierda, arriba y abajo, horizontal
y vertical. Para el mundo andino estas contradicciones eran parte de los principios
básicos de la vida, ligado totalmente a la semántica de la Reciprocidad y la Convivencia.
DISPUTA DEL SÍMBOLO
Cuando se
mencionan estos temas, aparecen ideas ligadas a dar por sentado y resuelto el asunto de las creencias locales, bajo las ideas de una religión mestiza, o a la palabra sincretismo, pretendiendo decir con ello que no existe tensión o disputa real, sino que ya se ha dado la mezcla y así se ha conseguido una
estabilidad cultural y religiosa.
Sin embargo la
religiosidad, es otro campo donde se expresa el PODER, y por ende es una arena en disputa, más aún cuando no se reconoce oficial y socialmente más que los
valores ligados a lo cristiano católico y no a los valores y éticas andinas.
Es muy posible
que cuando vamos subimos a los cerros en largas caminatas, ritualizando
nuestros encuentros con nuestras cruces, no solo
estemos orando al ente católico, sino que muy posiblemente también –o principalmente- estemos en agradecimiento y vinculo espiritual [ayni] hacia la Cruz del Sur, quizá a través
de la activación de ciertas memorias colectivas.
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